A lo largo de la historia, mucho se ha discutido en relación a lo que es o no es arte intentado descifrar que cualidades debe de tener una obra para que pueda ser considerada artística (Eco, 1970). No solo esto, sino que el concepto de arte ha ido cambiando desde las primeras manifestaciones artísticas realizadas durante la Prehistoria hasta las actuales vanguardias. Por lo tanto, pudiera ser que algo considerado en su momento arte ya no lo sea a día de hoy.
Durante todo este tiempo el arte ha cumplido diferentes funciones marcados muchas veces por el propio pensamiento humano: tener una misión mayormente estética, cubrir necesidades éticas y religiosas, expresar emociones y comunicarlas de algún modo. De igual forma, los materiales y las técnicas empleadas en las diferentes obras artísticas también han ido cambiando con los años. El arte busca fundamentalmente pasar las ideas al mundo real, y muchas veces esto se traduce en materializar el concepto de belleza. Para lograr esto los artistas emplearon las denominadas proporciones mágicas (la proporción áurea por ejemplo) cuyo uso también fue cambiando a lo largo de la historia.

La estética es la parte de la filosofía que se encarga de estudiar la esencia y la percepción de la belleza y para ello analizar el arte, sus manifestaciones y las reacciones que provoca en el hombre, así como las categorías que de ella se desprenden. Si como decimos, el arte ha cambiado tanto a lo largo de la historia tiene sentido que su estudio también se haya transformado con el tiempo. Por ejemplo, en la antigua Grecia se consideraba como arte la gimnasia, la física, la metafísica, entre otras disciplinas. En cambio, durante el medievo se buscaba el resguardo del cuerpo en las obras de arte debido a que todo en esta época respondía ante las ideas de la Iglesia. En la actualidad se habla de siete artes diferentes que se aceptan de forma oficial: arquitectura, pintura, escultura, danza, teatro, música y cine. Derivada de la era tecnológica en la que vivimos actualmente, hoy en día el arte se experimenta muchas veces a través de la sobreestimulación sensorial.
Por lo tanto, dados los grandes cambios que ha sufrido la humanidad y el concepto de arte a lo largo del tiempo es necesario entender las circunstancias propias del artista y de su sociedad para poder comprender sus obras. Esto se debe a que el arte no existe por sí mismo, independientemente del creador, sino que es el arte el que explica al creador, y viceversa.
Referencias:
Eco, U. 1970. La definición del Arte. Barcelona, España: Martínez Roca.
Un comentario sobre “Nada es para siempre, ni siquiera el arte”