Vivimos en un mundo muy polarizado. Nunca hemos tenido acceso a tanta información y a la vez los bulos y las fake news se vuelven virales, sobretodo gracias a la inmediatez de las redes sociales. Por eso, es importante que las personas tengamos espíritu crítico y para eso es indispensable que nos entrenemos. Para ello, en el máster de cultura científica nos han propuesto que tratemos de confirmar o desmentir los argumentos propuestos en la asignatura de «Nociones Científicas Básicas».
Caso 1A. «La teoría de la evolución de Darwin no es una teoría completa desde el punto de vista científico».
No os voy a negar la teoría de la evolución, ni mucho menos pero sí que es necesario aclarar que hubo ciertas cosas que Darwin no pudo interpretar correctamente y que dejó algunos huecos que se fueron completando (y de hecho aún siguen) a lo largo de los años gracias a otras disciplinas como por ejemplo la genética.
Además, hay que tener en cuenta que una teoría completa debería no solo permitir comprender el tema que estudia sino también ser capaz de predecirlo. Y esta capacidad de predicción, a día de hoy, no se cumple con la teoría de la evolución de Darwin.
Caso 1B.»No es razonable que exista la vida basada en silicio».
Aunque pienso que probablemente nuestra capacidad para detectar vida en otros planetas este fuertemente limitada por nuestro concepto de «vida» lo que puede hacer muy complicado que podamos identificar una forma de vida totalmente diferente a la que estamos acostumbrados, creo que no es razonable que exista la vida basada en el silicio. Y es que, aunque el silicio es un compuesto muy abundante y es capaz de formar enlaces covalentes con muchos metales y no metales, hay que tener en cuenta que sus propiedades químicas y la necesidad de un disolvente adecuado (el silicio es inestable en agua) hacen que su capacidad para producir vida sea muy limitada y por lo tanto me hacen creer que no es razonable la vida basada en este elemento.
Caso 1C.»La Tierra es el centro del universo y el modelo de Ptolomeo en cuanto describe como la órbita el Sol, la Luna y los planetas es perfectamente válido».
La teoría de Ptolomeo es una teoría astronómica geocéntrica basada en que la Tierra se encuentra estática en el centro del universo y el resto de astros (tanto el sol como los planetas) giran alrededor de ella. Esta teoría estuvo en vigor hasta el siglo XVI cuando la teoría astronómica más aceptada pasó a ser la teoría heliocéntrica de Copérnico.
Por eso, y aunque las ideas de Ptolomeo eran válidas para la época (aunque hay autores que creen que este adaptaba sus cálculos a las observaciones para que cuadrasen) hay ciertos fenómenos que no pueden ser explicados haciendo necesario incluir algunos ajustes para adecuar la teoría. Además, aunque es verdad que podríamos tomar la Tierra como un hipotético centro del universo, no podemos olvidar que el resto de planetas (tanto los del sistema solar como otros) no giran alrededor de la Tierra sino que orbitan alrededor de sus respectivos soles.