Hoy vengo a hablaros de Union of Concerned Scientists (UCS), una asociación sin ánimo de lucro organizada por un grupo de científicos que tiene el objetivo de promover el interés público de la ciencia para hacer un entorno más saludable y más seguro. Esta iniciativa educativa combina la investigación independiente con la ciencia ciudadana para encontrar soluciones prácticas e innovadoras relacionadas con el calentamiento global, la alimentación, la búsqueda de fuentes de energía alternativas o la agricultura.
Una de las noticias de su web que me ha llamado mucho la atención es el hecho de que, durante esta pandemia mundial que estamos viviendo, el trabajo de más riesgo en el sector pesquero es el de procesar el pescado. Esto parece bastante contra intuitivo ya que muchas veces cuando pensamos en la pesca, nos viene a la mente la imagen de fuertes hombres vestidos con impermeables (amarillos?) peleando contra grandes olas. Sin embargo, la pesca comercial hoy en día implica mucho más, y es que una parte muy importante de este sector está relacionada con el procesamiento del pescado.
Trabajar en el procesado de pescado y marisco no solo requiere de una labor muy dura físicamente dentro de una planta industrial durante jornadas muy largas de trabajo, sino que algunas veces también implica vivir en una vivienda compartida cuando el procesado se realiza directamente en el barco. Se estima que entre el 80 y el 90% de las personas que trabajan en áreas de procesamiento en todo el mundo son mujeres. Además, en EEUU el 62,8% de las personas que trabajan procesando carnes, aves y pescados son extranjeras. La situación de estas trabajadoras ya es complicada normalmente, pero con la pandemia de Covid-19 las cosas empeoran. Y es que, aunque algunas organizaciones ya han expresado sus preocupaciones sobre los riesgos y la calidad de vida de esta gente siendo necesario que se produzcan cambios, ya ha habido varios brotes de Covid-19 en varias plantas procesadoras de pescado y marisco.

A mi parecer, es triste que tenga que venir una pandemia mundial para que tanto las personas que trabajan en el procesamiento de pescados y marisco como las que trabajan en la cadena alimenticia vean sus necesidades básicas cubiertas. Y es que esta gente, en los días que corren, no solo tiene que luchar por una mayor seguridad laboral con acceso a equipos de protección individual sino que también debería tener disponible cosas que nosotros damos por supuestas como la atención médica o días de incapacidad remunerados.