
Hoy vengo a contaros el test de Turing y para que sirve. Pero ya sabéis que a mi me gusta empezar siempre por el principio. Así que… ¿Quién fue Turing? Alan Turing fue un matemático, filósofo, criptógrafo, biólogo teórico (y muchas cosas más) considerado uno de los padres de la ciencia de la computación y precursor de la informática moderna.
Yo no quiero dármelas de entendida. La verdad es que yo sé quién es este señor porque hace poco vi una película llamada “The Imitation Game”. Esta cuenta la historia de como durante la segunda guerra mundial Turing trabajó para descifrar la máquina Enigma que era utilizada por los nazis para codificar sus mensajes.
Pues después de todo el lío de la película Alan propone el test de Turing como una forma de responder científicamente a la pregunta de si una máquina puede pensar por si misma o no. El objetivo de esta prueba es saber si una maquina puede dar respuestas similares a las que daría una persona, pero no se trata de evaluar el conocimiento de dicha máquina. Esto se debe a que el comportamiento humano y un comportamiento inteligente no tienen por qué ser iguales.

El test consiste en una conversación de 5 minutos a través de un chat en la cual la máquina se tiene que hacer pasar por un ser humano. El evaluador tiene que determinar si está hablando con otra persona o con una máquina. La máquina pasa la prueba si tras la conversación es capaz de convencer al evaluador de que es un ser humano.
Esta prueba se ha convertido en una forma de medir los avances de la Inteligencia Artificial. Hubo que esperar hasta 2014, cuando un chatbot desarrollado para imitar a un adolescente ucraniano fue la primera maquina en pasar un test de Turing.
Hoy en día una de las aplicaciones del test de Turing que más se utilizan es el control de la carpeta de spam, ya que los correos basura normalmente son enviados por los ordenadores. También se usa en los CAPTCHA (Completely Automated Public Turing Test to tell Computers and Humans Apart), donde al contrario el juez es el ordenador.